Se me había cebado un par de veces conocer a Belika, pero mi corazonada de que no debía rendirme me hizo escribirle en sábado de Gloria. Para mí fortuna, estaba disponible y accedió a encontrarnos. Siempre amable en sus mensajes, acordamos tiempo y lugar.
Desde que llegó (muy puntual) a la habitación quedé boquiabierto. Su rostro es hermoso y toda ella un monumento. Vestía una playera coqueta y pegadita que resaltaba sus senos perfectos, y una faldita al punto. Pronto quedamos amarrados en besos y abrazos. Su aroma, embriagante y delicioso.
Me dejó recorrerla de arriba a abajo, manos y boca que puse a su orden. Disfruté ocasionarle alguna erizada y algunos temblores de esos gozosos. Ella me hizo volar. Intercambiamos caricias, besos, orales, fricciones e intimidad. Dos horas muy bien aprovechadas. Conversamos y bromeamos, tiene un aire ligero y es muy divertida. Todo del encuentro me fascinó, mi corazonada fue totalmente certera.
Tengan cuidado, querrán repetir muchas veces con ella, es un encanto.